El Disco de Nebra también llamado Disco Celeste de Nebra o Disco del Cielo, fue descubierto en Sajonia Anhalt por buscadores de tesoros en 1999 e insertado en el mercado negro. El arqueólogo Harald Meller rastreó la pieza y pudo recuperarla. El hallazgo no fue dado a conocer al gran público sino hasta principios de 2004 principalmente a través de la revista National Geographic.
Por esas mismas fechas yo terminaba de escribir la novela El Disco del Tiempo (sobre el Disco de Festos) y la enviaba al concurso de literatura infantil y juvenil El Barco de Vapor. Supe del Disco de Nebra y sin saber si ganaría o sería publicada mi primera novela comencé a redactar la secuencia, con el Disco de Nebra como tema principal. El proceso se reveló como una investigación fascinante y como una experiencia en que la literatura se entreveraba con la vida y con el acontecer que rodeaba a este objeto, declarado patrimonio de Sajonia, mientras era sometido a los más minuciosos exámenes científicos para comprobar su autenticidad.
Mi novela, El Disco del Cielo, pudo llegar a ver la luz por primera vez en mi amada isla de Cuba, gracias a los puentes tendidos entre creadores de excepción: el escritor argentino Carlos Marianidis me presentó al escritor cubano Enrique Pérez Díaz, quien preparaba las colecciones de la Editorial Gente Nueva, la decana de las editoriales que se dedican en la isla a la literatura infantil y juvenil. El Disco del Cielo fue publicada a principios de este año 2011 en la colección Ámbar (ciencia ficción y fantasía) y en estos días viaja gracias a Enrique hasta la isla de Creta, donde por continuar la aventura iniciada en El Disco del Tiempo en torno al disco de Festos, irá a las manos de Gareth Owens, investigador británico de las escrituras minoicas.
El blog El Disco del Cielo irá recogiendo la vibración de esta aventura que hace 7 años comenzó con un sueño de palabras. (María García Esperón)