martes, 24 de agosto de 2010

El Disco del Tiempo y la Mitología



La trama de El Disco del Tiempo apunta hacia la investigación y el conocimiento de los más antiguos mitos griegos. Tal y como conocemos las historias de Europa y el Toro-Zeus, Pasifae y el Minotauro, Teseo y el Laberinto, Ariadna y su hilo, son elaboraciones helénicas de un sustrato muy antiguo, que tuvo su origen en la civilización minoica, florecida en la isla de Creta.

Entiendo mito como una verdad profunda comunicada en lenguaje imaginario. En este sentido, el reto que a través de un correo electrónico le propone Dimitri Constantinopoulos a Nuria y a Philippe es la búsqueda de ese lenguaje a través de las herramientas de comunicación con las que contamos en la modernidad. De alguna manera, los invita a entrar en los mitos de una manera total, a convertirse en parte de ellos, a pensar, a reflexionar, a reconocer su propio laberinto.

El Disco de Festos es el pretexto de este texto que es El Disco del Tiempo Como sabemos, no ha sido descifrado. No ha sido posible de manera convincente exponer en nuestro lenguaje su lenguaje. Pero en el curso de la investigación, llegan hasta nosotros esos antiguos nombres, esas viejas historias resplandecientes. 

La trama de la novela funde dos tiempos: el cotidiano y lineal de los personajes contemporáneos y el circular y eterno de los personajes míticos. Ariadna, Minos, Pasífae, Teseo, Dédalo. Knossos es el nombre que decidí darle al bello muchacho que simboliza al Minotauro. Aléktor y Nefereset son fruto de mi imaginación.

La mitología griega es casi inagotable. En este novela se reúne una pequeña parte, lo que podríamos llamar el ciclo cretense, que involucra a los dioses del Olimpo y particularmente a Zeus, que salvado por su madre Rhea de la voracidad del padre Cronos, se oculta siendo un niño en la isla de Creta.

En otra parte de su mito Zeus seduce a la princesa Europa bajo la forma de un toro y la lleva a la isla de Creta, donde la reina da a luz a sus hijos, uno de los cuales será el rey Minos, cuya memoria nunca se apagó en el Mediterráneo y que dio su nombre a la civilización minoica, descubierta por el arqueólogo Arthur Evans, como se narra en el libro.

El LABERINTO

Quizá sea uno de los mitos griegos más conocidos: Pasifae enamorada del toro da a luz un hijo mitad hombre mitad toro. Minos encierra a este ser en el Laberinto. Dédalo el artífice ingenioso ha participado en la construcción de este portento y es hecho prisionero junto con su hijo Ícaro en su propio invento. Ahí confecciona alas para ambos, pegadas con miel y escapan, pero Ícaro se acerca demasiado al sol y cae en el océano, encontrando la muerte.
La otra parte del mito del laberinto reúne a Ariadna y a Teseo. El héroe de Atenas desafía el poder de Minos, que ha impuesto un tributo de doncellas y jóvenes para ser sacrificados al hombre-toro, que de ellos se alimenta. Teseo recibe la ayuda de la princesa Ariadna: un hilo para salir del laberinto; mata al monstruo y escapa al lado de la princesa, a quien abandona en la isla de Naxos.

EN LA NOVELA

El mito se narra de manera diferente en la novela, donde la intención fue historizarlo, esto es, insertarlo en un contexto de acontecimientos posibles según la época: la Edad de Bronce mediterránea -siglo 17 a.C- que se caracterizaba por el empleo del bronce, una desarrollada actividad comercial y marítima, un alto nivel alcanzado en las artes plásticas, contactos comprobados con Egipto, culto al toro -por una serie de razones simbólicas- y características matriarcales -de ahí el poder que tienen tanto Pasífae como Ariadna. 
Al mito del Minotauro le di características realistas; no hay un hombre toro ni monstruo fantástico alguno, sino un personaje, Knossos, hijo de la reina Pasífae y de Dédalo, cuya identidad siempre queda velada.
El tributo ateniense de jóvenes destinados al sacrificio lo solucioné relacionándolo con la Tauromaquia, que era una especie de deporte sagrado (como en Mesoamérica el juego de pelota), y que persiste en nuestros días en las corridas de toros, ciertamente peligrosas y con una estructura de desarrollo ritual.

Los hallazgos arqueológicos han revelado que los minoicos practicaron los sacrificios humanos, tema desarrollado en la novela y relacionado con la aventura de Teseo. Es particularmente interesante el tema de los sacrificadores y sacrificado que murieron en el santuario de Anemospilia (las cuevas del viento) como resultado de un potente sismo, tal vez la fuerza telúrica que querían apaciguar mediante el sacrificio.




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